martes, 14 de agosto de 2012

Letras y algo más









Como me gusta cuando llego a un lugar y me reciben de esta manera. Cuando miro a un rincón y me saluda una tipografía. Me encantan los espacios que se llenan de palabras, como si ellas pudieran cobrar vida y activar dentro nuestro lo que están contando. Verlas en ese lugar hace, que de alguna manera, podamos dialogar con su deseo, que se dispare nuestra creatividad y hasta logremos completar crucigramas invisibles en nuestra imaginación. Las palabras me dan permiso a que me diga lo que quiera, son gratuitas y accesibles, no debería pagar yo por ellas. Sin embargo, algunas ya se oxidan y percuden, del no uso que le damos... y otras ya se aburren de tanto señalarlas. Unos no tenemos letras en los rincones de los espacios reales que ocupamos, otros las tenemos en nuestros espacios mentales y no siempre son las que nos hacen mas felices. Lo que  digo y lo que escucho, ¿me realza o me allana? Ahora es un buen momento para recobrar terreno en nuestro espíritu de las palabras o frases que decimos, que lo único que hacen es enturbiar nuestro camino y llenar nuestra bolsa de basura que nos ancla, siempre en el mismo lugar. Todos sabemos que soltar queja esta hoy a la orden del día, pero es posible convertirnos en profetas de lo bueno y, porque no, de lo mejor. Podemos decirnos palabras de amor sin que nadie escuche, mas que nuestra alma, gustosa y feliz.... Es posible plantar un mundo en nuestra tierra y verlo crecer al punto, de poder habitar en el. Las palabras que escucho y digo, crearán los mundos que miro y vivo...

1. y 3. Photographer Camilla Lindqvist

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